martes, 8 de julio de 2008

el mestizo en la independencia por f.perez estrada

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El Mestizo en la Independencia

Por. Francisco Pérez Estrada

Después del indio, sería el mestizo, objetivo principal de la Independencia. Era, resultado del cruce entre español e india, o inversamente. Este producto biológico fue llamado ladino.

El mestizaje fue especificado, legalmente. Hubo mulato, cuarterones, etc., que correspondían a divisiones y subdivisiones de discriminación. Fue tan importante, que los descendientes de españoles que aspirasen a ejercer un cargo público, como decir una escribanía real, debía de probar su LIMPIEZA DE SANGRE. Es decir, que no tenía influencias biológicas ni indias, ni negras, ni judías, ni árabes. Y, aunque se alega que esta discriminación era de tipo espiritual, lo cierto es que la sangre es lo más biológico que hay.

Hay que advertir, que en la limpieza de sangre no se incluían las enfermedades propias de este noble elemento, como decir, la sífilis, aristocratizadas por varias familias de Monarcas.

Para quienes “sacan la legua de los colonizadores” indicamos una de las palabras que expone el concepto español ante el indio, la palabra mulato, que según el culterano historiador Solórzano y Pereira, significó un ser asimilado a mulo por la supuesta hibridez racial. Era la lengua o el idioma que ahora sacan los colonialistas para expresar su opinión sobre esos seres híbridos en el cual tomaron parte el colono español y otro ser que bien podía ser bestia y a la cual se trataba como a eso.

El nuevo ser proliferó continuamente debido a la despreocupación sexual de los colonos, cuyas reglas morales y sociales sólo tenían el freno de sus ambiciones y apetitos. Es lo que demuestra su manera formal de presentarse.

Al indio se juntó el mestizo como sujeto de explotación, ambos discriminados en todos los aspectos durante y después de la colonia, aunque posteriormente con menos fuerza, debido a que su número ha crecido y en parte a que ha aceptado consciente o inconscientemente el stablisment hispano o sea la llamada hispanidad.

La lengua en que se bautizó al producto entre español e india, fue un instrumento de colonización . Se desprendió el castellano en cierta medida, según los consejos del eminente gramático Padre Nebrija que era tan maestro de gramática como en coloniaje, puesto que aconsejó la enseñanza del idioma como instrumento de dominio cultural, según sus propias palabras.

El mestizo nació, repudiado en castellano, pero con el idioma debajo de la lengua y el yugo sobre sus hombros.

Por medio de la sangre, del idioma y del yugo, se introdujo en la conciencia del mestizo, la creencia, la costumbre; se impuso la cultura de dominación que aún actúa, confirmando una independencia en este aspecto dependencia, que desde luego hace imperfecta una verdadera y total independencia del Estado Nicaragüense.

Sobre el indio y el mestizo funcionó el enredado sistema administrativo español. Ese sistema dividió en Virreinatos, Capitanías, etc., los territorios dominados, colocándonos a nosotros en la Capitanía General de Guatemala. Y, como una especialidad administrativa, Nicaragua también fue GOBERNACION, sin que sepamos el momento, si ello fue un acierto o desacierto, pero no por eso, disminuyó la bestialidad colonial.

El mestizo fue un capítulo aparte. Se le discriminó de tal manera, que quedó aislado de los indios para quienes fue un extraño y de los españoles, para quienes fue una especie de mulo, es decir, mulato. Y, aunque posteriormente se le llamó ladino, siempre fue excluido de todos los órdenes: político, social, económico. Al mestizo se le prohibía frecuentar poblados indios, de donde procedía y no se le aceptaba en los españoles a quienes debía su existencia. En fin, estuvo sufriendo de una ambivalencia, que lo excluía y a la vez atraía a los españoles por un lado y a los indios por el otro. Se le calificó como un vago, irresponsable, mentiroso y de esa manera, tuvo que crearse una manera de pensar que no podía competir ni con los unos, ni con los otros.

Ni él, ni el indio en general, disponían de medios intelectuales para concebir una revolución. Los españoles sí.

El mestizo, disminuido, tomó parte, pero_______. Nada era más oportuno para la clase dominante de Ultramar, es decir, de las provincias americanas, que independizarse del poder central, de la corona española. Porque era a ellos a quienes costaba producir para la metrópoli y para sí mismos. Nada más oportuno que las ideas liberales. Tanto o casi tanto, como la Administración Regia de Fernando VII, cuyo rostro interpretado por el genio de Goya, expuesto en el Museo del Prado admiré con deleite y que es todo un argumento en contra del Derecho Divino de la Monarquía.

Si el mestizo tomó parte en la Independencia, como revoltoso, lo hizo también como dependiente, y la prueba es que ha seguido sometido.

Hay que hablar claro como mestizo a la gran cantidad de nicaragüenses mestizos, en el país más mestizo de América.

Aún continuamos dominados culturalmente. Aún continuamos sometidos socialmente, a la cultura dominante, que se impuso y que nos impuso una estructura social ya en transformación, pero de la cual quedan remanentes grandes.

Es cierto, que muchos mestizos han triunfado en estas condiciones sociales, pero a cambio del sometimiento, no de independencia. Unos porque no teníamos, ni tenemos medios intelectuales para encontrar los instrumentos; otros, porque son unos descastados; unos bastardos que han glorificado su bastardía a sabiendas.

De los grados de mestizaje fue dependiendo sucesivamente la discriminación racial a través de la colonia. Es decir, que entre menos mestizos, o menos características raciales tenía el nicaragüense, menos dificultades encontraba para subir en la escala social, en cualquier campo de actividades.

El mestizo que ascendía, aceptaba la continuación de esa discriminación. Es decir, “se pasaba” a otro sector social, quedando la inmensa mayoría inmersa en la sumisión, dependencia y discriminación.

Hubo casos excepcionales, desde luego, y quienes como Simón Bolívar, uno de los mestizos cumbres de América, no tuvieron necesidades “de pasarse”, porque circunstancias especiales los colocaron en la posición social destacada en que nacieron.

Revisando los valores americanos, encontramos que son mestizos los más numerosos. ES decir, es mentira, es falso, que le blanco español o sus descendientes sean superiores a los mestizos.

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