martes, 22 de abril de 2014
MITOS Y LEYENDAS DE GRANADA
MITOS Y LEYENDAS DE GRANADA
HISTORIA DE UN ESCRITOR QUE NUNCA LE PUBLICARON
Desde hace muchos años un joven escritor buscó todas las posibilidades de poder publicar sus poemas, cuentos novelas y otros escritos. Para ese entonces eran los años ochenta y el sitio más probable de publicar era un magazine llamado “Puerta”, suplemento del diario del estado. Los responsables del suplemento consideraban a su gusto quien sí o no podía publicar. Se basaban en la concepción revolucionaria y en la “calidad” dentro del mismo concepto, si valía la pena o no darle pase al artículo, poema o cuento que se les enviaba. Muchas veces el humilde escritor tuvo que leer y releer lo que enviaban para que no le negaran el derecho de su publicación. Pero siempre había un pelo en la sopa que no dejaba lo hiciera. Recurrió a enviárselo a los más afamados escritores de ese momento y les pedía correcciones a su texto dándoles la libertad de cambiar o recomponer aún a riesgo de cambiar su estilo original. Pero nada. Si era porque no estaba de acuerdo a la coyuntura política, o al momento histórico, o el lineamiento y orientaciones que el departamento de propaganda o agitación política del diario, no se le publicaba. Durante una década jamás logró le publicaran en dicho panfleto. Los directores o responsables eran de una rigidez tremenda y tenían la potestad de decidir que valía la pena para la revolución para publicar. Pasaron los años y al perder el poder en las primeras elecciones después de diez años, se ubicaron en distintos centros, organismos y fundaciones, para acaparar donaciones y financiamientos con el fin de mantener su situación económica y por su puesto su defensa “revolucionaria” desde otra trinchera, otra perspectiva, y libres de recibir más orientaciones y lineamientos a no ser de ellos mismos. Empezaron a ver de manera “critica” los errores y malas decisiones que habían tomado. Claro echándose la culpa a los dirigentes máximos del proceso revolucionario. Y obviamente consiguieron de parte del imperio del norte lo que querían. Hoy día, no pasa un solo momento, día a día, que no encuentren algo malo en lo que hacen o dicen los, que aún quedan dentro del proyecto revolucionario original. Y no solo, más aun, critican a los países y dirigentes, incluso han disfrutado públicamente de la muerte de varios de ellos, donde un día fueron a “gozar” del poder y recibir regalos como, relojes Pathe Phillipe o Rolex u otro tipo de joyas que nunca hubieran podido comprar con su salario de aquel entonces. Ahora viajan a distintos países a denunciar las “atrocidades” a los derechos humanos y a la mujer, que pasa en este país. Y por su puesto de la locura y del desvarío del presidente, Viviendo, claro está, cómodamente en las casas que ellos mismos confiscaron durante la revolución.
Sin embargo, el pobre escritor después de muchos años logró que se le publicara en el país y ganar un lugar en la literatura de países donde nunca soñó poder llegar, pues las críticas de los “sabios” del suyo, nunca le dieron ánimo ni le indicaron porque era mal escritor. Gozo por fin que un día en un diario de España y otro de Argentina publicaran uno o dos de sus poemas. Murió, no hace mucho, en su misma humilde casa de un barrio cercano al cementerio, cargado por cuatro vecinos. Éramos once con el muerto.
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